"Puede que tu reaparición en mi vida haya sido tan fugaz como el abrir y bajar de un telón en una obra de bajo presupuesto pero basto un solo acto para enamorarme de esos vagos guiones, de esas líneas que no tenían nada de sustancia pero que en mi propio diccionario buscaba desesperadamente transformarla en poesía, eras para mí, lo que la belleza de Dorian era para Basil, y así como el cuadro, al pasar del tiempo se fue mostrando realmente tu verdadera alma y paso de ser la esencia del arte misma, a ser la perversidad de todos los pecados que alguien pueda cometer, la suma de todos esos errores fue apagando ese asombro, tanto que tu recuerdo en su último acto prefirió perecer con la misma daga con que Julieta determino su destino, a seguir marchitándose lentamente, lo se estuve allí presenciando como desangraba todas esas promesas que alguna vez recitamos juntos, solo se escuchó un enorme silencio y en su último suspiro ..."